Jesus y Gisela emprendieron su proyecto agroecológico hacia mitad de los años 70. Regresando a Cataluña y estableciéndose en la finca en la que aún vivimos y trabajamos.
Des de los inicios se planteó un modelo agrario y de vida rural coherente. Fiel a unos principios fundamentados por la sostenibilidad y el equilibrio en un sentido amplio: familiar, medioambiental, económico y social.
Hemos buscado un Hacer independiente y de respeto; tanto hacia el entorno y lo que este nos ofrece, como en los procesos de elaboración. Y por tanto también, hacia el consumidor final.
A día de hoy, mientras los más pequeños de la familia crecen, juegan y aprenden en un entorno idóneo, es la segunda generación la que ha tomado el relevo en la parte agraria.
A lo largo de los años se han introducido los métodos de la agricultura biodinámica, como paso lógico y consecuente al camino iniciado por la familia cuarenta años atrás.